Tenรญa veintipico, era impulsivo y me estaba abriendo camino. Me habรญa calentado con algo en el laburo y querรญa irme de un portazo. Por suerte, alguien me frenรณ. Me hizo pensar en las consecuencias, en lo que se rompe cuando uno actรบa solo desde la bronca.
Me acordรฉ de eso anoche, cuando leรญ que Donald Trump redactรณ una carta para echar al presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, y se la mostrรณ a un grupo de legisladores republicanos como quien dice: ยซMiren lo que tengo acรก.ยป
No la enviรณ aรบn, pero sugiriรณ que lo harรญa. Y no estamos hablando de un impulso menor.
La Reserva Federal no es cualquier oficina. Es la instituciรณn mรกs poderosa del mundo en materia econรณmica. Su credibilidad se basa, justamente, en su independencia frente al poder polรญtico. Que un presidente presione, amenace o directamente intente echar a su titular por una diferencia de criterio, porque quiere que bajen las tasas, es un mensaje fuerte. Peligroso. Y sรญ, tambiรฉn profundamente populista.
La diferencia es que yo era un gurรญ que podรญa mandarse una cagada personal, sin consecuencias mรกs allรก de mi entorno. Trump, en cambio, actรบa como un adolescente con poder. La mรญa era una renuncia sin eco. La suya, si la firma, puede sacudir los mercados del mundo.
ยฟY Uruguay quรฉ tiene que ver? Bastante. Porque los mercados no viven en compartimentos estancos. Porque cualquier sacudรณn institucional en EE.UU. tiene efectos globales. Y mรกs para un paรญs como el nuestro, que es un corcho flotando en el ocรฉano.
Cuando los liderazgos borran los lรญmites todos terminamos pagando el precio.
Yo borrรฉ esa renuncia. Ojalรก Trump haga lo mismo con la suya.
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