En Orlando, la competencia entre gigantes del entretenimiento alcanzó una nueva dimensión. Con la inauguración de Epic Universe, Universal lanzó una apuesta de más de 7 mil millones de dólares para redefinir la experiencia de parque temático. El parque, que abrió sus puertas este mes, despliega atracciones basadas en franquicias que ya son parte de la cultura pop como Harry Potter, Super Nintendo, Cómo entrenar a tu dragón y una oscura y seductora zona llamada Dark Universe. Todo con tecnología de punta, shows con drones y animatrónica que roza lo cinematográfico.
Epic Universe representa la expansión más ambiciosa de Universal hasta la fecha. Sus 11 atracciones principales han elevado el estándar de la competencia en Orlando. Frente a semejante despliegue, la pregunta se impone. ¿Y Disney?
Lejos de responder con otro parque o una gran inversión publicitaria, Disney optó por el silencio estratégico. Pero no por inacción. En lugar de competir de frente, eligió lo que mejor sabe hacer. Profundizar en la experiencia, pulir su narrativa y preparar el terreno para una expansión más paulatina y global.
Este año presenta apuestas como Villains: Unfairly Ever After, un show en vivo protagonizado por Maléfica, Hades y Cruella que debutó en Hollywood Studios. También estrenó el desfile nocturno Starlight Dream the Night Away en Magic Kingdom, que combina narrativa clásica con tecnología de iluminación avanzada. Y continúa atrayendo visitantes con Tiana’s Bayou Adventure, inaugurada en 2024, que transformó a la histórica Splash Mountain en una celebración de La Princesa y el Sapo. Además, Disney ya confirmó la construcción de Disneyland Abu Dhabi, su séptimo parque temático global. Una señal clara de que su ambición no conoce fronteras ni plazos cortos.
Entonces, la pregunta no es si Disney se durmió. La verdadera pregunta es qué está soñando mientras Universal corre. Porque Disney no se ha quedado atrás. Simplemente eligió otro camino. Uno donde la magia importa más que el espectáculo inmediato.
Universal necesita competir. Disney, con su universo propio, solo necesita seguir siendo Disney.